Los torrelaveguenses mostraron su peor cara y deberán superar tres eliminatorias, dos de ellas fuera de casa, para lograr el objetivo del ascenso.
AD SIETE VILLAS (1-4-3-3): Álvaro; Toño, Ibón, Pablo, Litos; Andrés, Christian, Adrián Torre; Ousmane, Manu Cobo y Tocornal.
RS GIMNÁSTICA (1-3-4-3): Lavín; Camus, Fer Torre, Delgado; Fer (Iñaki, 85’), Cusi, Chamorro, Casta (Basurto, 71’); Lander (Vitienes, 71’), Borty (Peredo, 85’) y Nacho.
Goles:
1-0. Ramiro (min 70)
Árbitro: dirigió la contienda el árbitro Ortega Romano. Amonestó a los locales Litos e Ibón; y a los visitantes Chamorro (5’ y 78’, doble amonestación y consiguiente expulsión), Camus, Delgado y Nacho.
Estadio San Pedro (Castillo). 300 espectadores.
Duro varapalo el sufrido por la Real Sociedad Gimnástica en su visita a Castillo, donde cayó con merecimiento ante el Siete Villas con un gol de libre indirecto de Ramiro (minuto 70). Los blanquiazules no supieron contrarrestar los puntos fuertes del Siete Villas y deberán afrontar tres eliminatorias –dos de ellas a domicilio- para conseguir el ascenso de categoría.
Carlos Docando apostó por un once titular muy físico, con varios futbolistas de corte defensivo y priorizando, siempre, el juego aéreo en un terreno de juego que no facilitaría, ni mucho menos, el juego por abajo. Así, la línea defensiva estuvo compuesta por Camus, Fer Torre y Delgado, además de Fer y Casta en los carriles. Chamorro y Cusi actuaron como pivotes en tanto que Lander, Borty y Nacho fueron los hombres de ataque.
El partido estuvo igualadísimo durante todo el partido aunque, bien es cierto que, de merecer la victoria alguno de los dos contendientes, ese fue el Siete Villas. El equipo dirigido por el ex gimnástico “Chiri” tuvo las ideas muy claras desde el principio y basó su juego en la velocidad de Ousmane y la veteranía de Tocornal.
A los once minutos, Lander ganaba la espalda a Litos y pisaba línea de fondo. Su centro raso se paseaba por el área pequeña y ni Borty ni Nacho alcanzaban la pelota. Ousmane y Adrián Torre protagonizarían las siguientes tímidas oportunidades, que no inquietaron a Rubén Lavín.
Durante varios tramos de partido, el cuero volaba más por los aires que era raseado por el tapete de Castillo, y el juego aéreo de los futbolistas de Castillo se imponía a los blanquiazules. Tocornal probó suerte con una falta lejana que se marchó por alto. Y sin ninguna ocasión de verdadero peligro, ambos equipos tomaron el camino de vestuarios con todo por decidirse en la segunda mitad.
En el 48’ llegó la mejor ocasión para la Gimnástica durante los 90 minutos. Borty centra al corazón del área, la zaga no acierta a despejar y el balón le llega in extremis a Fer, que mete la puntera para desviar el balón. Álvaro, meta local, mete la manopla a tiempo para despejar por banda.
Parecía que esta ocasión haría despegar a la Gimnástica, que hasta el momento no se había acercado a la portería rival y que necesitaba ganar para superar al cuadro amarillo en la clasificación.
Sin embargo, fue el Siete Villas quien dio un paso adelante y pudo abrir ventaja en el marcador en una jugada donde el balón quedó muerto en el área y que ningún atacante acertó a remachar. Lander, incansable por el perfil diestro, se precipitaba resolviendo un contraataque donde encaraba a los dos últimos defensores.
Por su parte, el Siete Villas crecía y crecía, con un buen Andrés en medio campo que movía a los suyos. Precisamente el centrocampista amarillo iba a protagonizar la siguiente oportunidad con un remate alto de volea tras una combinación con Tocornal.
Álvaro, cancerbero local, metía los puños desbaratando una falta lateral botada por Camus, en prácticamente la última ocasión de peligro de la Gimnástica. También de falta, pero esta vez con plenitud de acierto, abriría la lata Ramiro. El extremo, que acababa de entrar en el terreno de juego, tocó una jugada de estrategia con potencia y superó por bajo a Lavín allá por el 70’.
Carlos Docando introdujo en el campo a Vitienes y Basurto, aunque su nuevo planteamiento se vio truncado a los cinco minutos como consecuencia de la segunda amonestación que vio, de forma absurda, Chamorro, al evitar un saque del portero cuando ya tenía una tarjeta amarilla.
Esta inferioridad numérica dilapidó las opciones de los torrelaveguenses, que colgaron balones al área a la desesperada sin éxito, con lo que deberán superar tres eliminatorias para conseguir el ascenso. La primera, el próximo 30 de mayo en El Malecón ante el 2º clasificado del grupo D, que será el Sámano o el Vimenor. Después, en caso de superar el cruce, los blanquiazules deberían regresar a Castillo con la obligación de ganar.