Sobre el papel, no siempre es lo que parece. Si nos fijamos solo en el resultado, 1-2 a favor del equipo de colindrés que terminó con nueve jugadores sobre el césped, podríamos pensar que todo fue un desastre. Pero no fue así, al menos en la mayor parte del encuentro. Es cierto que muchas veces, además de fútbol hace falta un componente extra, un poco de suerte o de fortuna. Y esta vez, no aparecieron ninguna de las dos por Santa Ana.
En la primera parte, el equipo jugó bien, y tuvo unas cuantas ocasiones. Entre la madera, el portero y la falta de actino lograron mantener la portería del equipo visitante a cero. El dominio del equipo gimnástico era absoluto y solo era cuestión de tiempo que el esférico traspasase la portería del conjunto marinero. O al menos esa era la impresión que daban los primeros minutos de juego.
Era el minuto 10 de partido y tras un error en el área gimnástica, el primer balón que llegó se quedo en la portería sin que el portero pudiese hacer nada ante el disparo cruzado a bocajarro. Así subía al marcador el 0-1 ante la desesperación de los juveniles torrelaveguenses.
A pesar del mazazo, no decayeron y siguieron acechando el área rival, que ese vino arriba tras su primera llegada a puerta. Y de repente, de una pérdida de balón llegó el segundo gol visitante tras un zurdazo inapelable. Un auténtico golazo. Así transcurrieron los 15 primeros minutos.
A todo esto, la gimnástica había dispuesto de varias ocasiones para adelantarse en le marcador y vio como su rival con apenas dos llegadas rentabilizó su esfuerzo, efectividad 100%.
Aun así, el juvenil siguió guerreando ante un Colindres que, con el marcador a su favor, jugaba ya mas tranquilo, esperando atrás e intentando salir a la contra.
Ya en la segunda parte, mas d elo mismo. Los cambios del equipo de Sául aportaron mas verticalidad pero se notaban las prisas. Las ocasiones se repetían pero ninguna logró traspasar la portería rival. Según iba pasando el tiempo, las prisas y los nervios se iban apoderando del equipo, dando lugar a imprecisiones que el equipo visitante intentaba aprovechar. El asalto al área rival era total y los de Colindres tuvieron que emplearse con dureza para frenar las embestidas de la gimnástica que seguía sin lograr penetrar la meta rival.
Cerca de la hora de juego, un centro chut se quiso colar en la portería, pegando en los hierro de sujeción de la red. El ruido a "chapa" fué tremendo pero el árbitro consideró que había pegado en el palo. Lástima de no haber contado con el ya famoso VAR.
A diez minutos del final, al fin lograron marcar el 1-2 contra un Colindres ya con diez y totalmente rendido en su campo. Las ocasiones seguían llegando pero el portero visitante tuvo que emplearse a fondo para no encajar mas goles. La dureza que emplearon para frenar las acometidas gimnásticas se cobró otra víctima visitante al señalar roja directa por una purísima entrada, ya en la recta final.
Y así terminó el partido, 1-2 a favor del CD Colindres que supo rentabilidad sus dos llegadas, aunque a duras penas. Quizás mucho premio para tan poco trabajo, pero el fútbol es así. Con un poco mas de acierto y algo mas de fortuna, este partido tendría que haber dejado los tres punto en casa. Poco que reprochar a los chavales, mas allá de la precipitación fruto de la frustración y la desesperación de ver como su gran esfuerzo no dio sus frutos.