Corría el año 1964. Por aquel entonces, la Rs Gimnástica había terminado 2º de la 3ª división en la que militaba y se jugaba la fase de subcampeones de ascenso a 2ª.
La primera eliminatoria fue contra el Atlético Cordobés. La ida, en el Malecón el 24 de mayo terminó con contundente 4-1, y en la vuelta empataron a 1.
La siguiente eliminatoria, le tocó el difícil Fabril. En Coruña, el 7 de junio, el equipo local venció por 2-1. Idéntico resultado consiguió la Gimnástica en la vuelta el 14 de junio, 2-1 a su favor por lo que forzaron el desempate. Gijón fue el lugar elegido, por encontrarse a medio camino. El martes 16, solo dos días después se reencontraban para determinar quien pasaba a la fase final. La igualdad máxima entre los dos equipos terminó con un empate a 2, por lo que forzaron otro desempate para el día siguiente. Esta vez, la victoria se decantó de parte del equipo gimnástico por 2-1.
Ya en la fase final, solo 4 días después el destino quiso que el Badalona se cruzase en el camino de la Rs Gimnástica. Por aquel entonces, en Torrelavega, la Rs gimnástica tenía una numerosa afición. Un grupo de chavales, que no se perdían un partido del Malecón y que incluso viajaban cuando podían, se estaban preparando para el partido.
Se encontraban en el Danubio, enfrente del Concha Espina, eufóricos por los resultados cosechados y lo cerca que estaban del ascenso, se estaban ya preparando para acudir al partido del próximo domingo. En esto, que un alguacil del juzgado, habitual del lugar y aficionado a los caldos que allí se dispensaban, al oírles enseguida se interesó por la conversación y decidió intervenir:
- ¡Que si muchachos, que tenéis que ir al Malecón y llevar “campartas” de apoyo al equipo !
Dicho y hecho, tras reírse de lo lindo, hicieron la famosa camparta. El encargado fue Modesto Terán, mas conocido como Tato, que regentó el Bar Cabrero durante muchos años. Ni corto ni perezoso, cogió una sábana, la colocó sobre la fachada de su casa, detrás de las torres de Carabaza y con pintura negra rotuló el mensaje de apoyo que iban a lucir, sin percatarse de que la pintura traspasaba la tela y se marcaba toda la fachada. ¡ La bronca que le cayó fue monumental !
Llegado el día, se fueron al Malecón y pasearon la camparta por el campo antes del comienzo del partido. El Resultado, demoledor. El Badalona mas fresco que el equipo local que venía de jugar tres partidos en 4 días ganó por 1-3 y después en Badalona por 6-1.
Mas de 50 años después, reunimos a algunos de esos chavales que este domingo irán de nuevo al Malecón a apoyar a su equipo, como llevan haciendo desde entonces. Hablamos de cómo era entonces la ciudad con su equipo, la afición y esas anécdotas que perdurarán por siempre en la historia del club por boca de sus aficionados.
En una soleada mañana, nos presentamos en el Malecón para recordar esos momentos, esa foto. Se colocan aproximadamente por donde creen que era, aunque unos dicen mas hacia la portería y otros mas hacia acá. Ya sentados, comenzamos a charlar.
Anécdotas de todos los colores y risas, muchas risas. Al recordar a aquel simpático alguacil, saltaron mas historietas.
- Toso : Recuerdo que por aquella época, estábamos a punto de ir a la mili, y hablábamos de ir o no ir, de que si a marina yo no voy , que me declaren prófugo, y saltó el alguacil : cuidado, prófugos son los de tierra y náufragos los de mar. Y nos mondamos de la risa .
- Le gustaba mucho hacerse el entendido , dice Santamaría
Y hablando de cómo se vivía en el fútbol Torrelavega, Gelín comentaba que – el paseo de Torres era un hervidero de gente.
Salieron a relucir muchos nombre de jugadores y de aficionados, como el de Benjamín Casado, el jugador número 12 o el de Vicente Pedregal, el comentarista de los partidos de la Gimnástica en Radio Juventud de Torrelavega.
-Era un exagerado, -nos dice Emilio-. Salía el balón por el banderín córner y él decía: ROZANDO EL LARGUERO !
Sobretodo recordaban como se vivía el deporte en Torrelavega, el Malecón siempre a tope y los establecimientos siempre pendientes de los resultados y lo pintaban incluso en los escaparates. Había una gran afición.
Este domingo estarán en el Malecón apoyando a su equipo.