¿Desde cuándo llevas siendo socio?
Desde el año 45 en el que tenía 12 años llevo siendo socio de forma ininterrumpida. Primera infantil y luego adulto, se que en el año 48 estaba la oficina en el Café Cántabro y se quemó, desaparecieron todos los libros y la lista de los socios. Hicieron una lista nueva y todo el mundo quería ser de los primeros, para evitar problemas los pusieron por orden alfabético. Primero estaba Alcalde, Bartolomé, el número 3 era Ceballos, los hermanos Collados, Compostizo… Entonces mi padre tenía el 88 por ser Gutiérrez.
¿Recuerdas la primera temporada en la que fuiste al campo?
Recuerdo el año 41, jugaba la Gimnástica contra el Langreo y nos ganaron 1-2 pero el árbitro fue horroroso. Nos metieron un gol después de un centro desde lo menos un metro fuera del campo y luego nos pitaron un penalti que no era. Hubo tal lío que el árbitro se fue en el tren a Santander y se montaron en el tren los jugadores de la Gimnástica dándole tal paliza que estuvo 3 meses ingresado en Valdecilla. Iturralde se llamaba, luego ha habido un árbitro internacional que era nieto suyo.
¿Y cuándo fuiste número 1?
Creo que fue en el año del centenario, en el 2007. Tengo un carnet del año 48, que jugaba yo en un equipo del colegio de los frailes, en el que firmó yo como jugador y por el comité de competición firma Antonio Barca. Él era el socio número 1 hasta que falleció, fíjate lo que es la casualidad de 50 años antes su firma en mi carnet para jugar al fútbol como comité de competición.
Era una gran persona, trabajaba aquí en el banco español y en el 2007 lo sucedí yo.
¿En tu familia había algún socio más?
Mi padre, mi padre también era socio. A veces íbamos los dos cuando yo era muy crio pero después uno de los dos se tenía que quedar en el bar y nos alternábamos.
¿Antes no había mujeres en El Malecón?
No. Había 4 que iban al Malecón y animaban mucho, eran muy pasionales. Benigna era una mujer que tenía un negocio en Torrelavega y se hizo muy famosa en un partido contra el Racing. Cogió el paragua y saltó al campo a darle un paraguazo al árbitro, era muy famosa aquí. Tenía una tienda en la calle Serafín Escalante.
¿Ha cambiado mucho la afición en Torrelavega? ¿Antes se notaba más la Gimnástica por la ciudad?
Sí. Aunque ahora hay coches yo recuerdo que antes eran riadas de gente por Torrelavega hacia El Malecón los días de partido. Ahora voy 20 minutos antes de empezar cada partido por todo el paseo y no me encuentro a nadie en todo el camino. Si es cierto que la gente va mucho más en coche pero aún así en El Malecón hay mucha menos gente.
Te voy a decir que yo jugué en el año 49, con 16 años, la final de barrios en Santander y para ver el partido había 10.000 personas. En Torrelavega había campeonatos de empresas, gente que a sus 40 años salían de trabajar y se ponían a jugar en el equipo de su empresa y había 2000 o 3000 personas viéndolo. Imagínate la afición que había, pero claro, antes tampoco había otras diversiones como ahora. Había baloncesto que aquí siempre ha estado bien considerado, en Torrelavega y Corrales mejor que en toda la región. Pero el fútbol tenia exclusividad y venía mucha gente.
Jugar contra el Racing era lleno absoluto, incluso contaban que antes de la guerra siempre había peleas en los Gimnástica-Racing. Había mucho más interés, ilusión y emoción.
¿Recuerdas el día que más gente has visto en El Malecón?
Yo pienso que ha debido ser el 30 de abril del 67 que jugamos contra el Madrid. Me parece que fue en esa fecha y pienso que es el día que más gente ha habido.
También esa eliminatoria contra el Barcelona y cuándo jugamos contra Las Palmas, Alavés, Depor… Hubo mucha gente pero creo que el día ante el Madrid fue el de más asistencia.
¿Qué jugadores recuerdas con cariño que pasasen por el bar?
De aquella época recuerdo a Perico Mendago y Manolo Ibarra que entrenaron al mismo tiempo. Perico jugó en el Atleti antes de la guerra y se tuvo que retirar pronto porque en un partido contra el Madrid Sañudo le rompió la pierna, Sañudo también era de Torrelavega y estuvo preseleccionado con la selección española. Manolo Ibarra también fue futbolista en la Gimnástica antes de la guerra y era vasco, vino procedente de un equipo de la zona. En el año 50 cogieron ambos el banquillo y entrenaron al equipo. Ambos solían pasar por aquí a menudo, incluso Manolo Ibarra se quedó a vivir en Torrelavega con un negocio y entraba al bar casi todas las semanas.
Recuerdo muy bien de Tomaseli pero yo era un crio.
Y es que el Bar Chema ya es un mito de Torrelavega…
70 años lleva. Se inauguró el 14 de agosto del 44, así que el día 14 de agosto hizo 70 años. Mi padre ya tuvo un bar antes en la esquina de una de las calles cercanas a la iglesia desde el año 29 hasta el 44 que vino aquí.
¿Y ha cambiado mucho desde entonces?
Esta exactamente igual que el día de la inauguración, lo único que ha cambiado es la televisión que por aquella época no existía. Las pinturas, la distribución de las mesas, la barra... están igual.
¿Y el tipo de gente que viene?
Antes nada más que venía gente mayor, era todo más serio. Ahora alternan de todas las edades y antes se alternaba mucho de blancos y de vinos pero era gente más mayor. Hoy en día, no sólo por la crisis, también por la costumbre se alterna menos. Cuando abrió el bar había tradición de salir de trabajar e ir a los bares formando cuadrillas o peñas hasta la hora de cenar, sólo salían hombres mientras las mujeres se quedaban haciendo las labores de casa. Ahora que todos los maridos salen con sus parientas viene más gente pero durante el fin de semana y es menos habitual los días laborales.
Viajes con el equipo, ¿recuerdas alguno en especial?
Hace muchos años viajábamos mucho, hemos ido a Madrid, a Badajoz, a Ciudad Lineal con el Plus Ultra, con el Eldense, a Soria para jugar con el Numancia… Lo pasábamos francamente bien. Unos en coche y otros en autobuses nos desplazábamos y la R.S.Gimnástica estaba en un muy buen momento, generaba satisfacción.
¿Se ha perdido la costumbre de viajar?
Sí, creo que las peñas algunas veces deben ir en alguna excursión corta pero ya no trasciende tanto. Antes era el equipo de la ciudad y no había más y parece que era una cosa más intima.
¿Recuerdas vivir en el bar por televisión las últimas fases?
Aquí en el bar vimos cuándo jugamos en Galicia empezando una fase de ascenso, estaba en bar lleno de gente. Del de Azpeitia no recuerdo la celebración.