La RS Gimnástica abrió el campeonato liguero con una ajustada y sufrida victoria ante un combativo Atlético Albericia. El conjunto santanderino se plantó en El Malecón con las ideas muy claras y puso en serios aprietos al conjunto blanquiazul, especialmente en el último cuarto de hora de partido. La RS Gimnástica se adelantó gracias a los goles de Jony y Briz, pero un tanto en propia puerta de Nacho dejó el partido abierto hasta el pitido final.
Alineación de la RS Gimnástica: Pablo, Borja, Fermín, Nacho, Luis Alberto, Siro, Chus del Prado, Maxi Sepúlveda, Hugo Vitienes, Montiel y Briz. En la segunda parte entraron: Fer, Primo y Jony.
Durante la primera parte, la RS Gimnástica llevó el control del balón ante un Atlético Albericia que jugaba con las líneas muy juntas y llevando la defensa casi hasta el centro del campo. Aprovechando la velocidad y la presión fueron capaces de neutralizar el juego blanquiazul, especialmente el último pase que no acabó de llegar con claridad.
La mejor ocasión fue para el Atlético Albericia en una jugada al contraataque que dejó a Pablín sólo ante el guardameta blanquiazul. Su vaselina salió rozando el palo pese a que ya había superado a Pablo Herrero. La RS Gimnástica también gozó de buenas ocasiones como un remate de Óscar Briz que se perdió por poco, una buena acción de Maxi Sepúlveda que fue desbaratada bajo palos por el guardameta visitante y un claro penalti por mano que el colegiado no señaló.
En la segunda mitad, fruto del cansancio, el Atlético Albericia fue dejando más espacios para el juego blanquiazul hasta que un pase en profundidad fue aprovechado por Óscar Briz para ganar la espalda a la defensa y definir a la perfección. El partido empezó a ser un monólogo de la RS Gimnástica plagado de llegadas y ocasiones de gol.
Jony aprovechó un centro raso al punto de penalti para anotar el segundo tanto del encuentro y abrir distancia en el marcador. El partido parecía encarrilado y el Atlético Albericia apenas se acercaba a la portería defendida por Pablo. El signo del partido cambió tras un cúmulo de jugadas desafortunadas y malos despejes que terminó con el gol de Nacho en propia meta.
El equipo empezó a sufrir y aunque Pablo Herrero sólo tuvo que intervenir en una ocasión, la sensación de peligro sobre su portería fue constante durante el último cuarto de hora del partido.
Con el pitido final se confirmaron los primeros tres puntos de la temporada para el conjunto blanquiazul. El próximo sábado tocará visitar las Instalaciones Nando Yosu para enfrentarse al Racing B.