Ya hemos tratado muchos temas con Chema pero quedaban muchos en el tintero, para cerrar la entrevista publicamos esta segunda parte en la que hablamos del equipo actual, de la época más reciente y del último año en Segunda División. Un trocito de la R.S.Gimnástica...
¿Te gusta más el nuevo Malecón?
Este es un maravilla aunque yo el otro que conocí no era como cuando le inauguro la infanta en el año 26. Está muy bonito, muy bien, un estadio de categoría. Entonces había una tribuna de madera muy bonita pero la ultima que ha habido hasta hace 4 años o así no tenía nada de belleza, era amplía y cómoda pero nada comparado con esto. Ahora sí tenemos un estadio precioso.
El gran caballo de batalla actual es el estado del terreno de juego, El Malecón ha sido un campo históricamente perjudicado por el barro…
De siempre… Yo me acuerdo de Modesto y Marcos Trueba en el año 50 que eran medios y se pasaban los partidos entre pozas, chutando y el balón ni podía salir del agua que se acumulaba. Más que ahora…
Eran jugadores especialistas en eso y así se movían. El campo ha estado toda la vida igual.
Has seguido la historia del club desde hace muchos años, ¿Crees que atravesamos el peor momento?
Bueno, económicamente nunca hemos estado muy boyantes pero ahora esta mucho peor, cuesta hasta pagar a los jugadores, las entradas que hacemos en El Malecón son cada día peores y los sorteos también.
Tu jugaste en el filial de la R.S.Gimnástica, ¿Qué te parece la cantera actual?
Yo jugué en el Torrelavega que era filial del club, se había fundado antes de la guerra pero tuvo un periodo en el que no compitió. Sobre el 48-49 volvió a jugar y yo estuve dos temporadas pero en el año 51 empecé a trabajar en el bar… Lo tuve que dejar con 16 años.
La cantera actual, el hecho de que haya 200 jugadores entre juveniles, cadetes, infantiles… es una cosa que está francamente bien. No como en mi época que no había nada más que el equipo filial, ahora nuestra cantera es un gran beneficio. Me llama la atención cuando vas a El Malecón y ves allí a todos los niños uniformados con sus chándales.
¿Cómo ves al equipo actualmente?
Yo no he podido ver los últimos partidos porque ha hecho bastante frio y he estado constipado pero las primeras jornadas me ha entusiasmado la Gimnástica, con esas aperturas a banda para los laterales y ese juego de balón. Últimamente el equipo ha bajado bastante pero la pelea con el Laredo continuará.
¿Y el equipo del año pasado?
El año pasado también hubo tramos de muy buen juego y se consiguió el liderato sin problemas.
¿Qué te parecen los últimos dos entrenadores de la R.S.Gimnástica?
Poco te puedo decir, ya no estoy tan metido y no voy a los entrenamientos. A parte ya no vivo los partidos con los pormenores de las tácticas, ahora es algo más lúdico. El sentimiento le sigues teniendo en tu interior pero ya no puedes “atizar” tanto.
¿Qué recuerdas de los enfrentamientos coperos ante grandes rivales que ha vivido la R.S.Gimnástica?
Contra el Barcelona nos ganaron aquí 0-1 y marcó Rivaldo que tenía que estar expulsado y luego en el Camp Nou que empatamos a 0. Por aquellos tiempos estaba Chili que era muy hábil, un fenómeno.
Del partido del Madrid recuerdo menos, algún jugador blanco que vino… Ibas con un interés especial al campo, no como habitualmente que vas porque la Gimnástica no es sólo el fútbol, es un sentimiento. Lo único que quieres es que tu equipo gane como sea, esos partidos tenían más tintes de espectáculo.
¿Y del último año en Segunda División?
En los años 50, para mí la época más gloriosa de este club. Me acuerdo de la alineación: Llorente, Larrazabal, Vicente, Royo, Modesto, Orizaola, Madrazo, López, Duque, Bidegaín y Ceciaga. Yo me acuerdo que entonces jugaba en el filial de la Gimnástica en Primera Regional y todos los jueves jugábamos un partido contra el primer equipo, a mi me tocaba cubrir a Ceciaga que ha venido a todas las cenas de exjugadores hasta hace 3 años.
En ese momento teníamos un jugador, en mi opinión el jugador más extraordinario que ha tenido la R.S.Gimnástica: Bidegaín. Vino de la Real Sociedad y luego estuvimos a punto de ascender a Primera División, nos quedamos a un partido porque no ganamos en Lérida. Después, siendo ya muy mayor, se fue al Lérida en Segunda División y allí consiguió el ascenso. Era una persona extraordinaria, se cuidaba mucho. Recuerdo que venía al bar y lo único que tomaba era mosto y era muy agradable y majo, en los entrenamientos cuando jugábamos contra ellos siempre te insinuaba algo o trataba de corregirte algún detalle… Era una gran persona. A parte de un futbolista extraordinario.
De la época más reciente, ¿Te gustaba Chili?
Hombre… Chili ha sido un gran jugador, para mí un delantero extraordinario. Lo único, el incidente con Terrazas en Barcelona porque no estaba bien equipado, o no sé qué asunto tenía con él. Terrazas también solía venir por aquí, era más serio pero un gran entrenador. Ambos han sido muy importantes en la historia de este club, Chili fue un extraordinario goleador y un buen chaval, un poquitín raro.
¿Serias capaz de hacer un 11 ideal de la historia de la R.S.Gimnásica?
Es muy difícil, como te comente antes me encantaba el equipo de los 50. Uno de ellos acabó en el Madrid, aunque creo que sólo jugó un partido. Era Juanjo que falleció un día del Carmen viniendo en moto desde Suances. Este jugador estuvo estudiando conmigo derecho en Oviedo el mismo año que jugaba en la Gimnástica, era un extremo derecho rapidísimo, todo un atleta.
¿Estudiaste derecho?
Sí, empecé en el año 49 con 16 años. Hice el bachiller en La Paz y luego estudie derecho por mi cuenta e iba a examinarme a Oviedo. En el año 51 cuando vine de Oviedo me cogió mi padre y me dijo que tenía que cubrir la baja del dependiente y estar en el bar un rato por la mañana y otro rato por la tarde. Ese rato era toda la mañana y toda la tarde… Hice primero y segundo completos, algunas asignaturas de tercero y dos de cuarto. Más o menos media carrera, en vez de abogado fui tabernero.
¿Nunca de picó el gusanillo de retomarlo?
A veces te entraba, sobre todo cuando llegó el estudio a distancia pero lo fui dejando y dejando…
¿Era un trabajo duro?
Era sujeto pero entonces no había estrés. Pasábamos 12 horas aquí, de lunes a domingo y no pasaba nada. Los días que todo el mundo pasa de maravilla para mi eran los peores del año. Nochebuena, Nochevieja, San José y La Patrona. Mi padre estaba todo el día con los amigos celebrándolo en el bar y yo con un bocadillo detrás de la barra.
¿Ves muy cambiada a Torrelavega?
Sí, mi frase favorita lo define muy bien. Torrelavega era la ciudad del dólar y ahora es la ciudad del dolor. La crisis aquí es tremenda, los viernes por la tarde y los sábados se salvan pero entresemana a partir de las 8 es un desierto. Yo suelo salir a las 11 a tomar un vino y no ves un alma por las calles.
¿Antes había más ambiente?
Definitivamente. Ahora se maneja más dinero, antes era más de “chiquillear” pero todo el mundo tenía y salía. No es como ahora que nada más que tomamos cubalibres y cervezas. Antes había más ambiente aunque ahora se vive mejor.