La falta de efectividad privó a la Gimnástica de un resultado positivo en su visita a El Requexón (2-0)
FICHA TÉCNICA:
Real Oviedo B: Gorka, Lucas, Lobato, Jose Martínez, Ugarte, Jimmy, Ernesto (Marcelo, 88’), Edu Cortina (Javi Mier, 70’), Casi, Lolo y Viti (Sandoval, 79’).
R.S. Gimnástica: Álex Ruiz, Camus, Fermín (Cagigas, 74’), Bardanca, Cristian, Cusi, Vitienes (Alberto, 84’), Luis Alberto, Nacho Rodríguez, Primo y Rozas (Docal, 61’).
Amonestaciones: Dirigió la contienda el colegiado Muñiz Ruiz, asistido en las bandas por Fariña Biasi y Oliveira Dios, todos ellos del comité gallego. Amonestó con amarilla a los locales Lobato, Jimmy, y a Casi en dos ocasiones. Por parte visitante, a Camus, Luis Alberto, Cusi y Cagigas.
Ciudad Deportiva El Requexón. 300 espectadores. Se guardó un minuto de silencio por las víctimas de las inundaciones producidas en Mallorca.
La escasa eficacia de los torrelaveguenses les privó, primero, de adelantarse en el marcador y, después, de igualar cuando perdían 1-0. La calidad individual del filial resultó clave en los últimos metros para hacerse con los tres puntos y meterse de lleno por los puestos de play off.
En unas pocas líneas podría resumirse el encuentro. El Oviedo B dominó, tuvo la pelota, pero no gozó de más ocasiones que la Gimnástica. Los de Pablo Lago plantearon el encuentro con el 1-4-4-2 que alineó el asturiano frente al Gernika, con las líneas muy juntas y velocidad en ataque buscando alguna contra. Sabedores además, del potencial ofensivo a través de las acciones de estrategia, los cántabros trataron de provocar en todo momento jugadas a balón parado.
Al igual que en las salidas ante Real Unión, Tudelano y Leioa, los primeros minutos de los torrelaveguenses fueron de sensaciones positivas. Pese a no dominar la posesión del cuero, la posibilidad de robar y salir con velocidad estaba siempre ahí gracias a la movilidad de un Primo que volvió a sacar petróleo cada vez que intervenía en una jugada. Además, las líneas replegadas pero tan juntas evitaron cualquier intentona del filial carbayón, que en la primera media hora no se asomó por el área de Álex Ruiz.
Sí lo hizo la Gimnástica por medio de un Primo que se lo guisó y por poco no se lo comió. Recibió en profundidad de Vitienes, con más de medio campo por delante, se midió en velocidad con el central asturiano, lo driblo a él y a la cobertura de Lobato y acabó por rematar blando con la zurda. Era el primer aviso del peligro a la contra de los de Pablo Lago. El otro arma ofensiva, el balón parado, no estuvo tan lúcido como en otras ocasiones merced a la concentración defensiva de los de Javi Rozada.
La posesión del Oviedo no surtía efecto –solo cabeceó Lolo a la salida de un córner en la única jugada de peligro de los locales- y la Gimnástica volvió a avisar y de forma más seria. Rozas levanta la cabeza para jugar al espacio a la carrera de Primo, que le gana la partida a Uriarte y encara a Gorka. El de Colindres se deshace del meta con un espléndido regate, pero la pelota se le va larga y se queda sin ángulo. Rápidamente levanta la cabeza para buscar a Nacho Rodríguez, que llegaba por el punto de penalti, pero el cancerbero se repuso rápidamente y le rebañó el cuero. Clarísima para la Gimnástica.
Puede resultar un tópico habitual, pero en este caso se volvió a dar. El que perdona, la paga. Y así fue. Restaban cinco minutos para el descanso cuando el habilidoso Viti encontró la primera situación de uno para uno ante Fermín. El del Oviedo se fue con velocidad y encontró a Edu Cortina en la frontal, que la colocó en la escuadra con un toque sutil con el interior del pie. Golazo. Minuto 40, 1-0. Los torrelaveguenses volvían a encajar al filo del descanso. Y no recibieron el segundo por poco, porque la oleada local en los últimos instantes fue prácticamente imparable. Pese a que la Gimnástica no merecía irse a la caseta ni mucho menos perdiendo, el resultado adverso obligaba a buscar la remontada en los segundos cuarenta y cinco minutos.
Lejos de una reacción inmediata por parte de los cántabros, el Oviedo B salió en plan dominador tras la reanudación con muchísima posesión en sus botas. La pelota iba de lado a lado y los jugadores de la Gimnástica no conseguían robar con facilidad; cuando lo hacían, perdían el cuero demasiado temprano. La superioridad local no se tradujo en ocasiones, más allá de un disparo lejano de Cortina.
Y cuando peor estaba la Gimnástica, llegó la mejor ocasión del partido. Otra pelota a la carrera de Primo propicia que el ariete se quede solo ante Gorka, aunque algo escorado. Magistralmente levanta la cabeza y encuentra a Nacho Rodríguez en el segundo palo, totalmente solo para empujarla. Pero este espera la pelota y da tiempo a llegar a Lucas, que rebañó la pelota cuando la afición visitante cantaba el gol del empate.
La reacción del Oviedo se produjo de forma inmediata y Ernesto envió a las nubes su disparo cuando tenía todo a favor. Álex había salido para despejar pero dejó la pelota a medio camino y el extremo asturiano no estuvo acertado en la definición cuando tenía la portería vacía para él.
Docal y Cagigas dieron nuevos aires a una Gimnástica que lo intentó por todos los medios, pero una contra de Javi Mier puso el definitivo 2-0 al irse en velocidad de Cristian Moreno. El recién ingresado al terreno de juego superó por bajo a Álex Ruiz y con ello derrumbó las esperanzas visitantes.
De todas maneras, los de Pablo Lago no bajaron la guardia y trataron de recortar distancias hasta el final por medio de un veloz Cagigas y de las internadas de Docal por la izquierda. Vitienes se retiró tocado y Casi fue expulsado por doble amarilla tras golpear con el codo a Camus.
El próximo compromiso de los blanquiazules será el próximo domingo, 21 de octubre, frente a la Unión Deportiva Logroñés en El Malecón –a las 17:00 horas-.