El conjunto blanquiazul se impuso por un gol a cero al Club Deportivo Laredo en un partido que ilusionó al gimnasticismo por el dominio de los suyos.
Pese a ser su debut en este curso y a la superior categoría de su rival, los pupilos de Pablo Casar saltaron sin ningún miedo al césped del estadio torrelaveguense y se hicieron con el dominio del balón desde el inicio.
Tras unos primeros minutos que sirivieron como tanteo para probar sensaciones, los blanquiazules lograron subir el primer y único tanto al marcador. Basurto filtró un gran pase al espacio para Unai, que ante la salida de Ángel Díez encontró el hueco para mandar el balón al fondo de la red.
Un gol celebrado sin mucha efusividad, sabedores de que quedaba un largo partido que disputar ante el Laredo, que llegaba mucho más rodado. Sin embargo, esos minutos acumulados en las piernas no sirvieron como ayuda, sino más bien como lastre frente a una Gimnástica que puso el control y las ocasiones.
Alberto Gómez pudo hacer el segundo a la media hora de juego, pero su gran jugada terminó con el balón estrellándose en las vallas del Malecón. Y la tuvieron de nuevo los locales minutos después, pero entre el barullo del área apareció el guardameta del Laredo para evitar el gol sobre la línea.
Tras el descanso Pablo Casar hizo varios cambios y el Laredo consiguió igualar las fuerzas durante un tiempo. Héctor Marcos tuvo las más claras para los blanquiazules, pero no logró encontrar portería en ninguno de sus remates. En el minuto 72 pudo hacer el empate el conjunto visitante con un gran disparo que se marchó desviado por muy poco. La respuesta gimnástica llegó con un centro que Altadill cabeceó por encima del larguero. Los de rojo dispusieron de la última ocasión clara del partido con un gran disparo de Riki que pudo haber supuesto el empate. Sin embargo, el colegiado señaló el final del encuentro con el 1-0 en el marcador de El Malecón.
