Los blanquiazules se fueron de vacío de Sarriena y encadenan la cuarta derrota consecutiva. Sin embargo, las sensaciones del equipo, sobre todo en la primera parte, mejoraron en consideración respecto a la semana pasada. El lado negativo: otra derrota que, además, se produce después de adelantarse en el marcador.
FICHA TÉCNICA:
SD LEIOA: Iturrioz, Morcillo (Luariz, 46’), Crespo, Córdoba, Etxebarria, Bengoa (Egiluz, 74’), Chirri, Garai, Yurrebaso, Sota y Jorge (Polanco, 85’).
R.S. GIMNÁSTICA: Álex Ruiz, Fer, Bardanca, Camus, Luis Alberto, Cusi, Vitienes (Víctor, 85’), Palazuelos, Cagigas, Fermín (Rozas, 52’) y Primo (Nacho Rodríguez, 71’).
Goles: 0-1. Palazuelos (min 20). 1-1. Fran Sota (min 54). 2-1. Fran Sota (min 72).
Amonestaciones: Dirigió el encuentro el colegiado asturiano Diego Valdés Díaz. Mostró tarjetas amarillas a Bengoa, por parte del Leioa, y a Borja Camus, Rozas, y Palazuelos, por parte visitante. Con dos amonestaciones expulsó a Cagigas y roja directa a Palazuelos.
Estadio de Sarriena. 400 espectadores.
No acaba de llegar la primera victoria. Y eso que ayer estuvo muy cerca de hacerlo. Y desde luego, no fue por escasez de méritos. Los pupilos de Pablo Lago completaron la mejor primera parte desde que regresaron a la categoría de bronce. Y se volvieron a adelantar en el marcador, como ya hicieron en Irún, en Tudela o en casa frente al Amorebieta. El resultado, idéntico: no conseguir mantener la renta.
Pablo Lago decidió modificar de nuevo el sistema y optó por un 1-5-3-2, con Fer y Fermín como carrileros, Camus, Lucho y Bardanca en la línea de tres centrales; Cusi y Palazuelos acompañados por Vitienes; y Cagigas y Primo como referencias. El esquema, utilizado de forma similar en Irún –donde se jugó con cinco defensores, cuatro por delante y un único punta- dio buenos resultados en el arranque del encuentro a los torrelaveguenses.
Palazuelos reclamó con efusividad una mano dentro del área del Leiao que taponó su potente disparo. Se llevaban tres minutos de partido y el centrocampista ya había avisado de su presencia en Sarriena. El conjunto local trató de adueñarse de la pelota y del tempo del partido, pero nada más allá de la realidad, ya que no conseguían crear peligro ante una defensa muy ordenada.
Lejos de replegarse en campo propio, los blanquiazules presionaron mucho y bien la salida de balón de los vascos, consiguiendo defender lejos de su portería. La posible mano de Palazuelos hizo que el colegiado tuviera que tomar su primera decisión comprometida de la tarde. La segunda la tomó su asistente número uno. El juez de línea anuló un tanto de Primo al cabecear en supuesta posición antirreglamentaria un centro preciso de Camus.
El propio capitán pondría a prueba a Iturrioz en un golpe franco desde el perfil izquierdo, pero el meta solventó la papeleta despejando con los puños hacia la banda. Y hasta ahí quedaron los avisos. Llegó el momento de dar el primer golpe. Camus centró como los ángeles y Palazuelos conectó un testarazo inapelable para subir el primero al marcador. Los casi 200 seguidores gimnásticos celebraron con euforia el primer tanto de la tarde.
El Leioa se vio superado en todas las facetas del juego, pero, sobre todo, en una: la estrategia. Hasta en dos ocasiones consiguió rematar Cusi en sendos saques de esquina. El centrocampista conectó dos cabezazos que salieron bien cerca del poste. La Gimnástica se sentía dominadora del juego ante un Leioa que intentaba hacerse con la pelota y arrinconar a los de Pablo Lago.
Los únicos acercamientos de los vizcaínos fueron por parte de Jorge y de Yurrebaso, que no pusieron en grandes dificultades a Álex Ruiz. Bastante más claras fueros las ocasiones de Primo, que pudo incluso sentenciar el partido de haber estado más acertado.
El de Colindres embolsó la pelota en el área y envió fuera su remate con la zurda. Pero después, al filo del descanso, Cusi le dejó solo ante Iturrioz, que sacó un pie magistral para evitar el segundo. Antes del descanso vieron amarilla Camus y Cagigas, que a la postre resultaría determinante.
El paso por los vestuarios hizo mella en los torrelaveguenses, que dieron un paso atrás y decidieron conservar el resultado defendiendo en campo propio. La artillería ofensiva del Leioa, incrementada con la entrada de Luariz por Morcillo y el consiguiente cambio de sistema de los vascos, comenzó a surtir efecto y las llegadas empezaron a sucederse.
Fermín cayó lesionado del abductor, entrando Rozas en su lugar. Córdoba avisó con un cabezazo en un córner; Fran Sota no perdonó enviando a la red un disparo raso desde la frontal. De nuevo, aparecían los fantasmas para los cántabros.
Sin embargo, la reacción no tardó en llegar y Fer lo intentó con un centro-chut que salió cerca del larguero. Pero quien lo hizo con más ahínco fue Vitienes, asistido magistralmente por Fer, que vio como Iturrioz le sacaba la pelota con una magnífica estirada. Y del posible 1-2, a la expulsión de Cagigas.
El espigado jugador derribó a un centrocampista local cortando una contra, hecho que obligó al colegiado a mostrarle la segunda amarilla. La Gimnástica jugaría en inferioridad numérica lo que restaba de encuentro, unos treinta minutos.
Yurrebaso marcó en posición ilegal y, de nuevo Sota, culminó la remontada. Disparó Luariz al poste y el centrocampista aprovechó el rechace para hacer el segundo. Lo cierto es que parecía que la situación no podía ir a peor para los blanquiazules. Pero sí fue a peor. A bastante peor. Palazuelos fue expulsado por dirigirse hacia el juez de línea y un jugador local de forma despectiva. Roja directa. Nueve hombres para intentar la machada de igualar un partido que podría haberse ido cerrado al descanso.
No dejó de correr y de intentarlo la Gimnástica, con más corazón que cabeza. Cusi estaba en fuero de juego cuando remató en el área chica y Camus cabeceó blanco un centro espectacular de Fer en el 94’. Final. 2-1. Próximo partido, el domingo a las 17:00 en El Malecón frente al Gernika.