Los torrelaveguenses, últimos, visitan al cuadro asturiano, penúltimo, con la necesidad imperiosa de estrenar su casillero de victorias y seguir la estela de la permanencia en el angosto Estadio Pepe Quimarán.
La Real Sociedad Gimnástica viaja este sábado hasta Posada de Llanera para medirse al decimoséptimo clasificado de la tabla, la Unión Deportiva Llanera. El cuadro asturiano comparte con los blanquiazules el desdichado demérito de ser los dos únicos equipos del grupo que aún no han logrado estrenar su casillero de victorias ligueras en este curso.
El conjunto torrelaveguense, tras la derrota del pasado domingo ante el Bergantiños, ocupa el farolillo rojo de la clasificación con tres puntos, los cosechados ante Escobedo, Rayo Cantabria y Coruxo. Un saldo aciago al que se suma el factor de ser el equipo que más goles ha encajado del grupo, dos condicionantes que acrecientan la obligación de encontrar el camino hacia el primer triunfo.
Jaime Álvarez no podrá contar para esta novena jornada con Rasines, Uri y Santamaría, que continúan recuperándose de sus lesiones. Tampoco podrá ser de la partida en un encuentro que se presenta como muy físico, en el que los detalles marcarán la diferencia sobre un campo estrecho que condiciona el juego por completo, con el capitán, Alberto Gómez, que cumple el ciclo tras ver la quinta tarjeta amarilla en El Malecón.
Misma necesitad, diferente prisma
La UD Llanera, como equipo que aún no conoce la victoria, llega a la cita con el mismo deber de ganar que la Gimnástica, aunque su perspectiva es diferente. Los de Posada lograron el ascenso el pasado curso de la mano de Chuchi Collado, que lidera al equipo por tercera temporada en su primera experiencia a nivel nacional.
Once fichajes, con nombres destacados con pasado en el UP Langreo, como Bayo, Steven o Arellano, el Marino de Luanco, el CD Covadonga o el Coruxo, para reforzar a un equipo con la aspiración de mantener la categoría. Un equipo llamado a ser fuerte en el Pepe Quimarán, aprovechando sus dimensiones y césped artificial para desplegar un juego directo donde el físico prima sobre la técnica.
La baja más sensible en los mañana locales será Otía, central y baluarte de la defensa, que acumula cinco tarjetas amarillas. Y el recuerdo más reciente entre ambos, la victoria del Llanera en la pretemporada del curso 2020-21.
Fotografía de Néstor Revuelta Zarzosa